Hace un tiempo vi en kickstarter un proyecto llamado Makey Makey, que finalmente me hizo conocer el Arduino. Entusiasmado apoyé el proyecto y mientras armaban la placa en China (habiendo antes diseñado en EE.UU), luego de esperar casi 2 meses llegó directo a mi casa. Ya armaré otro post para hablar de esa placa electrónica, que en síntesis permite interactuar con el computador usando el cuerpo humano como que fuera parte de un circuito (como si fuera un cable que transmite 5 volts). Bueno, luego hablaré de esto para no irme del tema.
Hoy veo nuevamente un proyecto en kickstarter llamado Kano. Que al igual que el proyecto antes mencionado ha superado con creces el apoyo monetario para el arranque. Varios conceptos interesantes hay ahí y que veo están alineados con lo que hacen mis hijos: puntualmente armar lego, usar el computador, scratch, el concepto de DIY (do it yourself) y jugar minecraft. Y ¿qué tiene que ver esto con el título del post?. Bueno, algo que nos encanta (me incluyo) son los legos.
Me sorprende, como sin enseñarles, ellos siguen las instrucciones de los manuales y logran el objetivo.
A veces siento que los niños tienen demasiados juguetes, que no los valoran y los usan poco. Con los legos no pasa eso (o pasa poco), es como si tuvieran varios juguetes en uno, porque lo pueden “moldear” a su manera, desarmar y volver a crear otra figura.
La Monse con su versión lego friend y con mucho color rosa.
El Chema por su parte, y siendo fiel a su estilo, con la versión creator (gracias tío George por este regalo) y minecraft (gracias Victor por el dato).